Sencillo recorrido por el sendero PR-Z 111, que discurre por los paisajes ribereños del río Onsella, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), debido a sus altos valores naturales y su diversidad paisajística y ecológica. Además ofrece la oportunidad de visitar dos bonitas localidades del Prepirineo zaragozano como son Lobera de Onsella e Isuerre.
- Distancia total: 3,5 km
- Tipo de recorrido: ida y vuelta
- Duración total: 1 hora
- Desnivel: 80 m (subida) / 90 m (bajada)
- Dificultad: baja
- Tipos de camino: camino y sendero
Descripción
Comienza el itinerario junto a la carretera y el cementerio de la población de Lobera de Onsella (660m). Allí, junto a una señal de madera del PR-Z 111 que indica hacia Isuerre, un camino entre muros de piedra deja atrás la población y llanea por la loma. El sendero desciende de forma continua hasta alcanzar el río Onsella, eje vertebrador de este valle, la Bal d'Onsella. En este primer tramo del recorrido senderista se pueden observar numerosas especies vegetales a ambas orillas del camino (15 min).
En el entorno del cauce fluvial la vegetación se vuelve cada vez más exuberante y frondosa, debido a la mayor humedad que se concentra junto a la ribera. Tras pasar el río el camino continúa por la margen derecha de la Onsella, muy próximo al cauce. A lo largo de este tramo del cauce fluvial el PR-Z 111 combina tramos de senda, ribera, trocha pedregosa y distintos tipos de firme, donde es muy necesario prestar continuamente atención a la señalización horizontal y a las balizas con marcas de pintura blanca y amarilla. Tras cruzar en un par de ocasiones el río, más adelante el sendero discurre por debajo de la carretera A-2603 entre Navardún y Longás, muy cerca ya de la localidad de Isuerre. La senda, en la actualidad olvidada y abandonada, conecta con una pista de tierra en perfecto estado que lleva al molino de Isuerre (40 min).
Para alcanzar la población de Isuerre es necesario ascender un último tramo por pista hasta ganar la carretera asfaltada, por la que se debe caminar unos metros y regresar a un antiguo sendero que, mediante una fuerte pendiente, asciende hasta el caserío, junto a la cruz de término de la localidad, final del itinerario propuesto (645m, 1h). A partir de este lugar apenas restan unos metros para acceder a las calles de Isuerre, en las que destaca una interesante arquitectura popular montañesa con viviendas abiertas con grandes portalones y ventanas con trabajos de piedra, como sucede en el ayuntamiento. De interés son también su iglesia parroquial de San Esteban, construcción de los siglos XVI y XVII y las buenas panorámicas que se observan desde el mirador. Para la realización del recorrido es necesaria la combinación de vehículos.
Resumen